sábado, 6 de diciembre de 2014


Y llegaste tan de repente, así como llega el tiempo sin darnos cuenta, fuimos entrelazando una esperanza, sentí que tu mirada, era esa oportunidad, ese momento que quería que durara toda la vida, solo Dios sabe que cada cosa en nuestra vida tiene su recompensa, yo ya estaba cansada de tanta decepción y Dios me recompenso, no de cualquier manera, no me dio un carro o una moto, me dio algo inmaterial, me dio la oportunidad de pasar mi vida con la persona la cual mi corazón anhelaba, aunque mi mente no lo supiera, el corazón mira mas allá de lo que el ojo ve.

No era necesario tocarlo, ya sentí su presencia en mi, como si me abrazara el corazón, no lo cambiaría por nada por que mas que cualquier cosa material en el mundo, esta ese inimaginable sentimiento de amar, una persona que al igual que yo habitaba este vació mundo logro llenar cada espacio de un profundo corazón.

Majo.

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